Las personas con diabetes presentan mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (angina, infarto de miocardio) y cerebrovascular, ya que la acumulación de glucosa en la sangre provoca inflamación y daño en los vasos sanguíneos, lo que acelera la arteriosclerosis.
También puede provocar una disminución progresiva de la visión que puede dar lugar a ceguera (retinopatía diabética), pérdida de la función renal que puede terminar en diálisis (enfermedad renal crónica), afectación a los vasos sanguíneos y sensibilidad de miembros inferiores, aumentando el riesgo de úlceras y amputaciones, y alteraciones digestivas y urinarias.
La elevación de los niveles de glucosa en la sangre produce los síntomas típicos de la diabetes mellitus. Los primeros síntomas de la diabetes son:
Además se pueden presentar: debilidad, pérdida de peso y molestias digestivas.
Es importante que si presenta estos síntomas, acuda al médico para que le realice las pruebas oportunas (análisis de sangre) y si se confirma el diagnóstico de diabetes mellitus poder comenzar con su control y tratamiento lo antes posible. Sin embargo, la diabetes mellitus tipo 2 puede no presentar síntomas durante años y diagnosticarse por un análisis sanguíneo de forma casual.